Tras fijarnos en muchas fotos del primer Mundial de Fútbol disputado en Uruguay en 1930, nos dimos cuenta que existieron dos modelos diferentes de esféricos; el T-Shape, cuyos gajos tenían forma de T, y el típico modelo de 12 gajos que se ha convertido en el icono de todos los balones antiguos de fútbol. Este modelo se hinchaba mediante el cosido que disponía. Primero había que desatar el cosido, hinchar la vejiga y volver a atar el nudo del cosido. Estos balones con cosido eran muy peligroso cuando se quería rematar de cabeza, ya que muchas veces provocaba heridas cuando se golpeaba.
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