Para el mundial de Chile en 1962 se utilizó un modelo llamado Santiago. Este esférico estaba formado por 18 octógonos alargados. Estaba hecho de auténtica piel y disponía de válvula para hincharse como los balones de hoy en día.
Fue el primer modelo en el que se experimento el cosido de piezas que no fueran gajos alargados como los que habían hasta ahora. Objetivo que fuera los más esférico posible.